Siempre nos quedará

Este fin de semana estuve en París; la ciudad de las luces (que lo es más que nunca con la llegada de la Navidad). La verdad es que es una ciudad que nunca decepciona. He estado varias veces, con eso de que es la capi y de que no está lejos, y cada vez descubro algo nuevo.
En el primer viaje te quedas con lo turístico: la torre Eiffel, el Louvre, el Sagrado Corazón, Nôtre Dame, los Campos Elíseos... una ciudad inmensa con miles de posibilidades que no se ve en un par de días (excusa más que suficiente para volver).
Las siguientes veces no dejas de visitar todo esto, pero cada vez te sorprendes con algo nuevo. Así, este fin de semana, guiada por un padre viajero y una madre internauta, descubrí el barrio Le Marais. No sé si era porque nos paseamos un sábado noche y estaba lleno de vida o si siempre es así, pero me encantó. Con un aire al Barrio del Carmen en Valencia, está lleno de pequeñas calles por las que perderse y casas con encanto. Otro descubrimiento fueron los jardines "La Place Des Vosges", en el mismo barrio muy cerca de la Bastilla, llena de árboles y fuentes, olvidas que estás dentro de una gran ciudad.
También he comido en un nuevo restaurante, pintoresco y nada caro para tratarse de París "Le Chartier", no promete una cocina exclusiva pero sí un ambiente histórico a visitar. Y, por último, el chocolate exclusivo (con precio también exclusivo) de Angélina, el salón de té por excelencia de París. Tras superar la cola de la entrada, degustaréis un chocolate caliente (l'Africain) o su versión en chocolate blanco. En París, donde el concepto de chocolate caliente es un Cola Cao, causa furor. Quizá (y sólo quizá) menos impresionante para los españoles acostumbrados a un buen chocolate espeso.

Os he dejado algunas direcciones clave, así que ya no tenéis excusa...