viernes, 12 de diciembre de 2008 | By: Cafeína

Sólo se habla de ella

Lo que podrá ser: Peter Schiff en 2006, todos se rieron DE él



Lo que es: Leopoldo Abadía en 2008, todos se ríen CON él (o, al menos, con su impecable explicación...)




sábado, 6 de diciembre de 2008 | By: Cafeína

Más vale tarde... y otros cuentos irlandeses

Síp, ¡¡¡sí que vuelvooooo!!!
Al final decidí que merecía unas vacaciones y prolongué las irlandesas con unas pocas españolas. Me dejé caer por mi tierra en lo que, como siempre, fue una escapada demasiado corta. Pero hacer de hija, aunque sea poco tiempo, siempre le da una alegría al cuerpo.
Ahora me preparo para unas no-vacaciones navideñas llenas de trabajo y de regalos (¡o eso espero!).

De mis vacaciones irlandesas os diré que fueron un auténtico placer; pocas "vacaciones" en el sentido estricto porque hicimos muchas excursiones por montaña y parajes perdidos, pero un deleite de naturaleza. Dublín lo hicimos el año pasado
durante un fin de semana low cost, así que esta vez nos decidimos por Irlanda del Norte y un paseo por el este (por gentileza de mi familia y otros animales).
Empezamos por el
Dunluce Castle unas ruinas de las que, lo único que yo destacaría, es la situación al borde de un acantilado con el mar de fondo y la historia de los derrumbamientos durante la época vikinga que impedían el acceso a su interior.
El castillo se encontraba en la ruta a la espectacular Calzada de los Gigantes (Giant's Causeway) una impresionante curiosidad natural con unas 40.000 columnas de basalto provenientes de una erupción volcánica acontecida hace 60 millones de años. Descubierta en 1963, fue declararada Patrimonio Mundial de la Unesco en 1986 y Reserva Natural Nacional en 1987. Las columnas de basalto, que pueden alcanzar los 12 metros de altura, tienen forma hexagonal en su mayoría y están perfectamente ajustadas sin dejar ningún intersticio entre ellas, lo que hace pensar que fueron depositadas por una enorme mano imaginaria. Quizá por esto, los irlandeses tienen una gigantesca leyenda para su formación:

"Cuenta la historia que había dos gigantes: uno de Irlanda y otro de Escocia. Éstos se llevaban muy mal y continuamente se tiraban rocas. De tanto tirar rocas se formó un campo de piedras sobre el mar. El gigante escocés decidió pasar el camino de rocas y derrotar a su adversario pues éste era más fuerte que el otro. La mujer del gigante irlandés vio cómo venía
el gigante escocés así que decidió vestirlo de bebé. Al llegar el escocés vio que el bebé era tan grande que pensó que su padre sería el triple de grande, así que huyó pisando muy fuerte las rocas, éstas se hundieron en el mar para que el otro gigante no pudiera llegar a Escocia." (Fuente: Wikipedia)

La vuelta por la bella y apacible playa de White Park Bay.
Al día siguiente: Mourne Mountains, la zona perfecta para darse un paseo en plena naturaleza (otoñal) y prepararse para las 5 horas de coche que nos separaban del este de Irlanda y sus Cliffs of Moher.
En sólo una palabra IMPRESIONANTES. E
stos acantilados de hasta 214 metros de altura que se extienden por unos 8 km de marcha sin aliento.
Partiendo de la torre de O'Brien e intentando evitar culquier indicio de vértigo, podemos recorrer su borde hasta el fuerte en ruinas. Una anécdota: la cantidad de paneles con "teléfonos verdes" invitándote a llamar "si no ves otra salida en tu vida y necesitas hablar".

Finalizamos nuestro viaje en Galway, una ciudad costera y llena de vida, pero con poco que visitar.

En resumen, aprovechando que bro y Marta pretenden quedarse algo más de tiempo (a pesar de las maravillosas temperaturas negativas que están disfrutando estos días) tenemos clarísimo que volveremos a abusar de su hospitalidad y recorrer lo que nos queda de la isla, con alguna que otra Guinness bajo el brazo...