Algo que me encanta es leer mitología. Esas historias llenas de guerras, amores, traiciones, esperas...¿realmente mitos? Sin duda alguna, la griega y la egipcia son de las mejores. Y la primera de ellas encontramos a Zeus.
Zeus, dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos, nació en Creta hijo de Cronos y su hermana Rea. A Cronos se le predijo que sería destronado por sus hijos así que decidió devorarlos a todos: Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y Hera. Zeus fue protegido por su madre que lo llevó a Creta, y allí fue alimentado por las ninfas con leche de cabra. Una vez adulto, Zeus obligó a su padre a vomitar a sus hermanos, iniciando una guerra entre Cronos y sus hijos. Al finalizar la guerra Zeus recibió el rayo y fue nombrado dios del cielo, Hades el casco mágico y dios del submundo y Poseidón su tridente y el poder sobre el mar.
Aquí comienza el reinado de Zeus, padre de los dioses. Para iniciar su reinado devoró a Metis, que estaba embarazada y al cabo de nueve meses nació (¡¡de la cabeza de Zeus!!) Atenea que vino al mundo completamente armada y se convirtió en la diosa de la sabiduría. Después se casó con su hermana Hera y tuvo varios hijos pero le fue infiel en múltiples ocasiones con mujeres y con hombres, convirtiendo a Hera en la diosa del matrimonio y protectora de las mujeres casadas.
Con la hija de Atlas, Zeus tuvo a Hermes, el mensajero de los dioses dotado de un sombrero y sandalias aladas. También era el dios del comercio y la divinidad de los atletas, un peligroso enemigo y un ladrón. En uno de sus excesos engendró con Afrodita (diosa del amor libre ¡amén!) a Hermafrodito, ser de dos sexos. Pero los amores de Afrodita...merecen otra historia.
1 comentarios:
Ese Zeus era un fiestero. Yo me quedo con el mito de Leda.
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