
Sólo hace 3 años q estoy en Francia y ¡¡la cantidad de cosas q llegamos a acumular!!! Durante el duro proceso de meterlo todo en cajas, he visto los últimos años desfilar por delante de mí impasibles: mi currículum antiguo, billetes de tren de Barcelona, billetes de bus de cuando llegué, ropa de verano (inútil guardarla en este frío paraje, se han convertido en relíquias), libros de texto de francés...
Una vez leí que una de las razones más frecuentes de depresión eran las mudanzas. Quizá sea por el desfile de éxitos y fracasos; o por la terrible sensación de meter toda tu vida en cajas de cartón; o por la cantidad de cosas que se pierden en un trayecto tan corto; o por la inadaptabilidad del gato a sus nuevos dominios. La cuestión es, que una mudanza chupa mucha energía y el deshacer todo un trabajo que es meter tus pertenencias en cajas, todo un arte.
Al menos encontré mi ordenador, aunque mi blog no fuera lo que fue.
Una vez leí que una de las razones más frecuentes de depresión eran las mudanzas. Quizá sea por el desfile de éxitos y fracasos; o por la terrible sensación de meter toda tu vida en cajas de cartón; o por la cantidad de cosas que se pierden en un trayecto tan corto; o por la inadaptabilidad del gato a sus nuevos dominios. La cuestión es, que una mudanza chupa mucha energía y el deshacer todo un trabajo que es meter tus pertenencias en cajas, todo un arte.
Al menos encontré mi ordenador, aunque mi blog no fuera lo que fue.
A tod@s ¡¡bienvenid@s!! (a la casa cibernética y a la sumergida en cajas)